Parece ser que la Fundación Ave María de Sitges que tanto respeta a las personas, que vela por sus intereses previo pago por supuesto, que es tan metódica y tan formal en su forma de actuar, que defiende la dignidad de estas personas y que es tan modélica se olvida que los trabajadores (ellos nos llaman auxiliares técnicos educativos de forma pomposa) también somos personas y que tenemos unos deberes pero también unos derechos. A ellos solo les importa la imagen de la empresa, lo profesionales que somos o debemos ser y la pasta, y si para ello tienen que pagar sueldos miserables y condiciones de trabajo a veces indignas a sus trabajadores pues venga, que así sea.
Han despedido al delegado sindical de la sección argumentando causas peregrinas, porque una cosa son faltas graves también peregrinas, y otra aprovechar estas faltas por considerarlas motivo de despido, sabiendo perfectamente la condición de delegado sindical y su afiliación a CNT, y perdonad pero en estas casualidades no creemos, mientras seas inofensivo no se ocuparán de ti pero si pisas la raya caerán todos sobre ti.
El Reverter que no dió la cara y le comunicó al delegado sindical "tenemos que hablar contigo" y desapareció de la escena dejando a sus pupilo Gabriel , personaje este que dice preferir el diálogo y que no firma los comunicados que le presenta la Sección y Núria, (no hace falta decir nada más) le esperaban a la puerta de la fundación como el verdugo que blande un hacha a la espera de decapitar al desgraciado que se atreve a defender sus derechos y el de los demás. En manos de gente así esta la Fundació Ave Maria.
Nos veremos antes de lo que pensáis, por que nuestros derechos y nuestra inteligencia como personas va mas allá de lo que crean Antonio Reverter, Gabriel Sanchez y Núria Pascual, equipo directivo de la Fundació Ave Maria .
¡No estamos en el siglo XIX aunque a algunos les sepa mal!
